lunes, 2 de febrero de 2009

ENTRADA FINAL

La historia económica no debe ser una historia de números, de estadísticas y tablas. La labor del historiador no es la de almacenar datos, sino explicar procesos y someter a crítica las fuentes de que dispone. En palabras de Hobsbawn, “debemos aprender a recelar de la aparente solidez y rigor de las tablas de estadística histórica”. Considero necesaria la introducción de mi entrada final desde esta perspectiva, pues como estudiante de económicas mi acercamiento a la historia se había producido más desde tablas estadísticas sobre precios, producciones, demandas, etc. que sobre el contenido social, político, intelectual y cultural que subyace tras estas frías cifras.

La actividad intelectual que se ha dedicado al estudio de los procesos y mecanismos que regían la economía en la Edad Moderna bebía, en primer término, de la tradición bajomedieval escolástica. En efecto, las primeras disquisiciones sobre materia económica se enmarcaban en el análisis de otras críticas –no se constituían como un tema en sí mismo- y además estaban claramente orientadas a la persecución de un fin de tipo moral. Los trabajos sobre la teoría del valor de los bienes, sobre el justo precio, sobre la usura o los cambios se regían por la idea básica de ¿es lícita tal o cual práctica?; en ellos no buscaban tanto desentrañar los elementos que producían, por ejemplo, la formación de los precios relativos, como observar si el resultado de la conjunción de estos elementos era moralmente aceptable. En este apartado –pensamiento y actividad intelectual- es en el que más gratamente he querido profundizar, lo que me ha permitido acercarme a importantes figuras como Bernardino de Siena, Nicolas de Oresme, Tomás de Aquino, Domingo de Soto o Martín de Azpilcueta. De este acercamiento he obtenido, amén de lo explicado, una interesante visión sobre la mentalidad imperante en los círculos intelectuales y que por supuesto tenía su proyección en la política económica de la época. Así mismo de sus aportaciones, como la originaria plasmación de una teoría cuantitativa del dinero, y de servir de soporte a futuras generaciones de economistas.

Quiero resaltar así mismo la importancia de las clases dedicadas al mercantilismo, que fue al fin y al cabo la expresión más definida y dilatada de la política económica en la Edad Moderna. La fisiocracia -considerada por muchos autores como la primera escuela econñomica- no tuvo una aceptación tan elevada -Quesnay no vería cumplir su sueño de modelo económico y Turgot no pudo desarrollar excesivamente esta política cuando tuvo oportunidad-. Y tras ésta la aparición de la escuela clásica –finales del siglo XVIII- y su consiguiente implantación en la vida de los Estados, que se resolvió en mayor medida como un proceso que concierne a la Edad Contemporánea.
El mercantilismo se me ha presentado como un elemento muy importante desde dos perspectivas. La primera se refiere a la amplia discusión historiográfica –aun latente- sobre su visión como la inaugural escuela económica o como una simple práctica económica. En segundo lugar, es muy interesante desentrañar los distintos modelos de mercantilismo europeo –boullonista, colvertista, comercial- ya que estos eran a la postre los que produjeron la aparición de la economía moderna; y como los distintos agentes propiciaron desde esta visión la susodicha aparición. Wallernstain cita en este sentido que “la economía moderna solo pudo aparecer cuando el monarca tomó el control del poder” esto es, cuando los estados europeos generaron desde el siglo XVI lo que el autor conoce como sistema-mundo.

El mercantilismo extendería pues sus redes sobre una economía que no ha logrado definirse de forma consensuada. Precapitalista, protocapitalista o capitalista; distintas tesis formulan una u otra perspectiva. Algunas referencias nos ayudan a ajustar mejor estas cuestiones. Desde la perspectiva del beneficio, parece evidente que en la Edad Moderna se dieron estructuras y soportes que buscaban este fin. No solo desde un punto de vista individual, sino también desde la propia política y sus leyes. En este sentido es destacable, como uno de los fenómenos básicos, el progresivo crecimiento de la gran propiedad y el cercamiento de la misma, o las leyes antigremiales en el ámbito industrial. Políticas que refrendaban la elección individual frente al colectivo. O la creación de grandes compañías de explotación monopolística –Compañía de las Indias Orientales, etc- que propiciaron una mayor conexión interregional de mercados, no solo de bienes, sino también de activos financieros. La banca y la evolución cada vez más compleja de su actividad, amén de su importancia en el desarrollo de una economía global, fue constituyéndose cada vez más como un sector clave para el avance de la acción política de los estados.

Como última cuestión, debo señalar todo lo aprendido sobre el ámbito fiscal de la Edad Moderna. El estudio, pese a estar centrado en la monarquía hispánica, ha significado sin duda un avance –cuantitativo y cualitativo- para mi comprensión de la economía del período. Desde las relaciones entre los agentes privados con la Corona, a la actuación de ésta en materia hacendística. He encontrado especialmente interesante el ámbito del endeudamiento, el desarrollo de la deuda flotante y los procesos de bancarrota que desembocaban en los remedios generales, que redefinían las relaciones entre la banca privada y la Corona.

Para concluir, los agradecimientos. A mi grupo por haber permitido desenvolverme en un ambiente cálido de trabajo y de continua búsqueda de superación. Al profesor David por ser un elemento más de motivación en esta asignatura, por su atención y el planteamiento de la asignatura, que entiendo quería ofrecer algo más que instrumentos exclusivamente académicos. La docencia es a mi parecer tan relevante como el conocimiento cuando se imparte una clase en un aula universitaria.

BALANCE FINAL

Aunque al principio, no estuve muy segura de escoger esta asignatura, lo cierto es que me ha sorprendido gratamente. Pensaba que al igual que las demás sería sentarse y escuchar pero lo cierto es que a pesar de abordar temas que, desde mi punto de vista son bastante complejos, la forma en la que lo hemos dado en clase ha hecho que los entienda bastante bien.

No pensaba que el conocimiento de la historia económica de una época fuera algo demasiado relevante, pero lo cierto es que gracias a esta asignatura me he dado cuenta que la económica está íntimamente relacionada con todos los aspectos de la vida del momento, como por ejemplo la mentalidad y la muestra de esto era la visión negativa de la mentalidad cristiana sobre los intereses de un préstamo (usura).
Para entrar en materia, una de las primeras frases que me llamó la atención fue que la economía como ciencia es algo reciente a pesar de que los fenómenos económicos han estado siempre, incluso desde antes de la Edad Moderna. A pesar de este nacimiento tardío como ciencia, hubo diferentes teorías en cuanto a las prácticas económicas. En un principio estas teorías estaban muy vinculadas a la religión y la moralidad, sobre todo cristiana, y poco a poco se fueron despojando de ellas, de esta forma desde la visión económica de la escolástica llegamos a teorías como la fisiocracia o la propia teoría económica de Adam Smith.
A pesar de que no era nuevo para mi saber que la agricultura era la base de la economía de la Edad Moderna, me ha parecido impactante la cantidad de técnicas que usaban para intentar sacar el máximo rendimiento. En esta misma línea me gustaría resaltar que en el terreno de la industria el caso del Domestic System. Me ha parecido curioso que al igual que ahora, la gente hiciera trabajos artesanales en casa para ganarse un sobresueldo.

En cuanto al trabajo sobre la fiscalizada en la Edad Moderna me ha parecido muy interesante aunque, sinceramente, en algunos temas como la deuda me ha sido muy difícil de comprender tanto términos, las famosas deuda flotante y deuda consolidada, como técnicas. Entre las cosas que más me han sorprendido es que la deuda o el empréstito no siempre eran algo negativo, como pensaba desde mi ignorancia, sino que en la época era algo cotidiano e incluso imprescindible ya que por ejemplo la fiscalidad se basaba en ellos. De esta forma, como ya se ha dicho en clase, primero la Corona pedía dinero para pagar los proyectos y posteriormente, con la recaudación de los impuestos, pagaban lo prestado más los intereses.
Otra de las cosas que más me ha sorprendido es que ha pesar de la visión tradicional de que la economía española era un fracaso, lo cierto es que no es así y si lo fuera no era un caso aislado en Europa. De esta forma, la economía española era todo lo buena que podía ser con las técnicas y procedimientos de esa época.

Por último, me gustaría comentar que me ha gustado el sistema de aprendizaje mediante las explicaciones de mis compañeros. Creo que es una buena forma de no sólo acercarse a un tema del que, en principio no se sabe nada, sino también de aprender a explicarlo. De esta forma, creo que las exposiciones orales son una buena forma de adquirir hábitos para nuestro futuro profesional.
De forma especial querría resaltar la gran labor de mis compañeros de trabajo y en especial a José. Gracias a él he logrado aprender y comprender muchos aspectos de la económica no solo de la Edad Moderna sino también de la actualidad que sin duda me ayudaran tanto en mi vida estudiantil como personal. Muchas gracias.

ENTRADA FINAL

Resulta complicado iniciar la que será la última entrada del blog y por tanto la que debería dejar de manifiesto la evolución del curso, así como la influencia y conocimientos que ha aportado a cada uno de nosotros. Al cursar una asignatura como ésta, uno se da cuenta de la importancia que en el proceso histórico desempeñan esas ciencias “complementarias”, esto es, la Historia de la sociedad, de la mentalidad y, lo que interesa en nuestro caso, la económica. Así pues, en el caso de la Historia Económica de la Edad Moderna muchas son las cosas a destacar.

En primer lugar es importante hacer hincapié en la herencia que la Edad Media deja a la Edad Moderna en cuestiones, tanto económicas como de otra índole. Claro reflejo del continuismo que también se percibirá ente el periodo moderno y el contemporáneo. Bien es cierto que la revolución Industrial del siglo XIX se considera vital en la Historia económica, pero gracias a esta asignatura hemos podido comprobar como esta revolución se venía gestando ya desde el siglo XVII y XVIII sobre todo, a través de la aparición de las manufacturas y el desarrollo de la industria textil en alguno de los países europeos.

Por otra parte, analizando las diferentes corrientes del pensamiento económico, hemos podido conocer más profundamente los elementos esenciales del predominante en la edad Moderna, el mercantilismo, aunque éste no esté considerado como una escuela de pensamiento económico, como serán consideradas la fisiocracia y el liberalismo.

Una de las cosas que más llaman la atención y se han podido extraer (por lo menos en mi caso) de esta asignatura, es un cambio de visión con respecto a la generalizada visión de decadencia económica que, se supone, atraviesa la Monarquía Hispánica durante estos siglos. Resulta sorprendente conocer que, detrás de ese prejuicio existente hacia la Monarquía, en algunas regiones del Imperio se atisban signos de evolución económica, si bien no tan acelerada como en otras regiones europeas, por lo menos presente.

Hasta aquí las impresiones más destacables en cuanto al curso teórico. No obstante, mucho hay que decir sobre la parte práctica de la asignatura. Unas clases con las que, por primera vez he podido participar en lo que se conoce como “tormenta de ideas”, que ayuda al alumno a exponer sus opiniones y defenderlas frente a explicaciones contrarias que algún otro compañero pueda manifestar. Una experiencia, desde mi punto de vista, bastante productiva para un alumno poco acostumbrado a este tipo de clases.

Finalmente, no sólo las clases me han ayudado a ampliar mis horizontes con respecto a la historia económica o, en definitiva, la economía propia; lejos de esa idea, el trabajo grupal me ha ayudado a conocer los mecanismos económicos, fiscales y hacendísticos de la monarquía moderna y todo lo que de ésta se puede extrapolar al momento presente. Así pues, conceptos antes desconocidos para mí, como pudieran ser la bancarrota, la deuda flotante y consolidada, o el sistema impositivo, empiezan a resultarme mucho más familiares y entendibles desde la experiencia cursada en esta asignatura.
En definitiva, el estudio de los elementos económicos resulta imprescindible para conocer y comprender mejor no sólo el proceso histórico, sino también para entender algunos de los elementos que influyen en el día a día actual.

domingo, 1 de febrero de 2009

La economía del Antiguo Régimen

Economía en el Antiguo Régimen: España.

La Monarquía española no era una entidad político-económica. Los reinos que la integraban mantuvieron su identidad institucional; continuaron con sus autoridades en materia económica, con sus aduanas, su régimen fiscal y su sistema monetario.
No existía un organismo que desde el centro, desde la cúspide, pudiera dar a la economía una orientación coherente y continuada. El Consejo de Estado y el de Castilla, organismos originarios de las altas decisiones en la materia, no tenían, propiamente hablando, jurisdicción sobre los reinos no castellanos, ya que allí existían instituciones con su propia responsabilidad, que podían aceptar o no aquellas decisiones.
Ni siquiera existió durante bastante tiempo un organismo especialmente competen y único en cuestiones económicas.
El descubrimiento y colonización de América ampliaron de forma inesperada el horizonte económico español. España no estaba en condiciones de sacar por sí misma el conveniente provecho de los recursos americanos. Como retornos de los metales preciosos y de otros productos, tenía que enviar mercancías, que era incapaz de proveer en la cantidad requerida. Hubo de acudir al exterior.
Es decir, al ponerse en contacto una economía como la española, escasamente desarrollada y articulada, con países de mayor nivel técnico y económico, se produjo un circuito de intercambios caracterizado por un desequilibrio, primero de la balanza comercial y de cambios, y, como consecuencia, la subordinación de la economía española a la europea.
Mientras en los Estados occidentales se va implantando gradualmente una política económica que tiende al desarrollo de la riqueza nacional sobre la base de una protección, en España esto no llegó a consumarse. Los Reyes Católicos habían tratado de iniciarla sin éxito. España, a diferencia de Holanda, Inglaterra, Francia o Suecia careció de un adecuado sistema protector de su economía. Más aún, el mercado español y su prolongación ultramarina estuvieron francamente abiertos a los productos extranjeros. La evolución general de la política económica de los reinos castellanos se puede dividir en varias fases:
El programa renovador de los RRCC.
Las dificultades de la política económica de los Austrias.
La decadencia del siglo XVII.
La recuperación a finales de la centuria.

Respecto al pensamiento económico que surgió en territorio nacional, se puede distinguir varias etapas: 1500-1600. La Escuela de Salamanca; 1600-1650. Economistas y “arbitristas”; 1650-1700. Los teorizantes de la “Decadencia”; Tratadistas económicos no castellanos.
Ahora me centraré en la economía rural, posteriormente proseguiré con la economía urbana, para finalizar con unas breves pinceladas de fiscalidad. La forma jurídica que institucionalizó la posesión de tierra será el mayorazgo y, su paralelo en el ámbito eclesiástico, las vinculaciones. La estructura agraria y la posesión de la tierra, frecuentemente bajo la forma de latifundio, permanecerán, prácticamente inalterables, durante siglos, hasta la obra desamortizadora del XIX. Nobles y eclesiásticos eran los principales propietarios rurales. La propiedad que no pertenecía a la nobleza o al a iglesia era escasa.
Agricultura
España era un país agrario, el 80% de la población estaba empleada en la agricultura. Parte de la producción agrícola se destinaba a la comercialización, pero predominaba el cultivo de subsistencia, se trataba de productos básicos de alimentación, es decir, cereales.
El sistema de cultivo era el de barbecho, es decir, dejar sin cultivar un porción de tierra durante cierto tiempo para que la tierra recuperara su fertilidad. La roturación de nuevas tierras se hacía a expensas del bosque, de manera que a principios del siglo XVI se produjo una rápida deforestación en Castilla la Vieja.
° Cereales: durante el siglo XVI aumenta la superficie dedicada a ellos y su producción.
° Viña: también vivió expansión, cultivo orientado sobre todo al consumo urbano, viñas en torno a las ciudades.
° Olivo: 3er gran cultivo mediterráneo, en torno a Sevilla y también el algunas comarcas de Aragón.
Ganadería
Era un complemento a la agricultura. Ganadería ovina por la lana, consumo de carne. La porcina elemento importante de la dieta campesina.
Tiene gran importancia el ganado trashumante en la España árida.
La Mesta
Ejemplo del predominio económico de la ganadería trashumante. Se dividía en cuadrillas: León, Soria, Segovia y Cuenca. Durante el reinado de los Reyes Católicos la legislación le fue extremadamente favorable, permitiendo ampliar cañadas, el arriendo de pastos a precios bajos y se prohibió a los campesinos el cercado de campos. Momento culminante de la Mesta el 1er tercio del siglo XVI (sus orígenes están en el siglo XIII y mantuvo su estructura hasta 1836). Era la organización de los principales propietarios de rebaños trashumantes.
El artesanado
Se exportaban materias primas y se importaban productos manufacturados. Reinaba la pequeña empresa familiar. La industria más importante era la pañera, fabricación de tejidos de lana. Barcelona había tenido una producción importante, pero a finales del siglo XV se hallaba en situación de decadencia. La política de recuperación de la producción textil catalana propuesta por Fernando el Católico tuvo resultados poco brillantes.
En Castilla destacan Segovia (peor calidad), Cuenca y Córdoba (mejor calidad) como los principales centros pañeros.
La industria de la seda estaba concentra en ciudades populosas de tradición islámica: Granada (se organizaron en gremios del Arte Mayor), Málaga, Córdoba. En Castilla Toledo era el principal centro sedero.
Intercambios mercantiles
La Península ibérica con litoral al Mediterráneo y al Atlántico era un importante nudo de las rutas mercantiles europeas, máxime en el momento de su proyección americana.
Corona de Aragón
Situación difícil a fines del siglo XV, comercio debilitado por la guerra del principado contra Juan II, la recuperación fue lenta a pesar de la política de protección de Fernando el Católico. En cuanto a Sicilia “granero de Europa” era además necesaria para compensar el déficit triguero de las grandes capitales del litoral Mediterráneo: Barcelona y Valencia fundamentalmente.
Corona de Castilla
Intentos de favorecer el comercio interior. En 1497 los Reyes Católicos crearon “la Cabaña real de carreteras” pero esta institución no era suficiente para vencer los obstáculos naturales ni la atonía y fragmentación del mercado.
El principal mercado exterior de la corona de Castilla: los Países Bajos, comercio desarrollado en el siglo XVIII y basado en la exportación de productos naturales fundamentalmente la lana, pero también el vino y hierro vasco.
Ruta del Cantábrico
Una de las más importantes de Europa, desde Burgos, centro director del comercio lanero interior hacia la costa, siendo la ruta más corta que la de Vizcaya. Por esta razón burgaleses o castellanos y “vizcaínos” dominaron cada uno desde su punto de fuerza el tráfico (Bilbao dominaba la navegación y la construcción naval).
Crédito y banca
Todo el sistema económico se fundamentaba en el crédito. El crédito a interés estaba prohibido por la legislación canónica y civil pero esta prohibición se había solucionado gracias a diversos instrumentos: el más conocido y completo era el censo.
El censo
En teoría se trataba de un contrato de compraventa asegurado, con la garantía de una tierra o de un inmueble, pues lo que se vendía era el capital.
En la corona de Aragón eran conocidos con el nombre de censales y en muchas ocasiones estos préstamos no se hacían a particulares, para financiar la producción sino a instituciones y con fines claramente rentistas.
Los juros
Eran títulos que autorizaban a sus poseedores a cobrar las rentas de algún impuesto. En 1480, las Cortes lograron una reducción de juros, con una rebaja de su tipo de interés.
La alcabala
Se trataba en teoría de un impuesto del 10% sobre las compraventas, pagadero por personas de todos los grupos sociales, aunque hubo excepciones.


Economía en el Antiguo Régimen: Europa.

La Economía de Tipo Antiguo se caracteriza por el predominio agrícola sobre las demás actividades económicas. Como consecuencia, va a presentar una serie de rasgos distintivos fácilmente identificables:
A) La agricultura

El 80% 0 90% de la población vive en, por y para el campo, y de ella, las 4/5 partes son los que asumen la responsabilidad de proporcionar alimentos al resto de la sociedad.
1) La agricultura es básicamente cerealista, cereales que son fundamentales para la alimentación humana y, en mucha menor medida, para la alimentación del ganado.
Nos encontramos con un paisaje muy abundante en bosque o en landas de matorrales a los que se han hecho claros, generalmente quemándolos, para dedicarlos al cultivo de cereales.
El cereal más codiciado es el trigo, lo que no quiere decir que fuese el más generalizado. Hasta el siglo XVII el pan de centeno es el más común, a partir del siglo XVII, el pan de trigo se va generalizando. Al trigo le seguían en importancia el centeno y la cebada.
También se cultivará el arroz, y cuando llegó de América el maíz aunque el cultivo del maíz no supondrá cambios tan definitivos como supuso la patata cuando se haga extensivo su cultivo en el siglo XIX.

2) Esta agricultura tiene muy bajos rendimientos por la mala calidad de las tierras, tierras que era necesario enriquecer por cualquiera de estos procedimientos:
* Abonar la tierra: Escaso recurso, pues el único abono que se conocía era el del estiércol procedente del ganado.
* Dejar la tierra en barbecho un año de cada dos (roturación bienal) o de cada tres (roturación trienal). El año que la tierra estaba en barbecho, el ganado se alimentaba con las hierbas que se producían y, a su vez, abonaba la tierra.
* La roturación bienal o de año y vez seguía la siguiente cadencia de cultivo: cereal Þ barbecho Þ legumbre Þ barbecho Þ cereal ……
* La roturación trienal seguía la siguiente cadencia de cultivo: cereal Þ legumbre Þ barbecho Þ cereal ……
A esta presencia del barbecho, solo escapaban las tierras realmente buenas (la mayor parte de las tierras de los Países Bajos, Holanda y la mayoría de las llanuras aluviales).

3) La mala calidad de las simientes, provenientes de restos de la cosecha anterior, sería otra de las constantes de esta agricultura, al menos hasta que en el siglo XVII se produzca la “Revolución agrícola” de Inglaterra y Holanda.

4) Lo rudimentario de los útiles para labrar la tierra será también característico de esta agricultura de tipo antiguo. Tenía predominio absoluto el arado romano construido en madera y con los puntos de rozamiento reforzados de metal. La labor que este arado podía hacer era superficial (15 cm.), por lo que el surco de 15 cm. Suponía una escasa oxigenación de la tierra.
El arado de vertedera, de hierro, permitía una labor más profunda (25-30 cm.), lo que permite una oxigenación mayor de la tierra, un mejor aprovechamiento del agua de lluvia y, al estar la semilla a más profundidad, una mayor protección de la misma.
La insuficiencia de yuntas de animales de tiro evitaba que las labores se hicieran muy profundas, a veces los propios familiares de los campesinos tenían que tirar de los arados (lógicamente los arados romanos). La necesidad de animales para tirar de los arados de vertedera obligaba a unirse a varios campesinos.
Los rendimientos de esta agricultura de tipo antiguo eran muy débiles. Por término medio se ha calculado que los rendimientos estaban en torno a 5x1 (actualmente están al 50x1). Hay zonas privilegiadas que llegan a conseguir el 10-12x1, pero en otras zonas no se alcanza la media, en la llanura rusa en el siglo XVI era de 3x1.

5) Insuficiencia en la cría del ganado: El ganado es una fuente de trabajo (tiro, transporte) y una fuente de abono. El no poder aumentar la cría de ganado es constante, el ganado, para alimentarse, tiene que utilizar las tierras dedicadas al barbecho, los matorrales del monte bajo y, extraordinariamente, algunos cereales y paja.
La economía de tipo antiguo está en un círculo vicioso. El hombre sólo puede trabajar, con los medios que tiene, una determinada superficie de tierra que dedica básicamente a obtener productos para la alimentación humana. No puede incrementar el área de cultivo para obtener productos para alimentar al ganado y así aumentar el número de cabezas que le permitan aumentar el área de cultivo. De este círculo vicioso solo se empezará a salir en el siglo XVIII tras la revolución agrícola.

6) El bosque aporta:
· Madera para la construcción.
· Pastos para la alimentación del ganado. Las prácticas comunitarias surgen de la debilidad agrícola. Se regula el uso de los bienes comunales para que los vecinos puedan beneficiarse.
Este cuadro que presenta la Economía de tipo antiguo, demuestra que la economía no había evolucionado prácticamente nada desde el siglo XII. En ella, los otros sectores económicos tienen un desarrollo limitado.

B) La industria

La Industria es fundamentalmente urbana, aunque sea cierto que exista un “artesanado rural” importante por la abundancia de tiempos muertos en las actividades agrícolas. El emplazamiento de las industrias está en las ciudades.
Las “Industrias de Tipo Antiguo”, también tienen una serie de características que les son propias: tienen carácter artesano y son más abundantes las industrias de bienes de consumo que de bienes de equipamiento.
1) Son industrias artesanales: No hay máquinas, son manufactureras. Esta circunstancia se puede comprobar por el instrumental usado y las técnicas aplicadas:
1. Útiles usados: Son muy rudimentarios y apenas sirven para algo más que para potenciar la fuerza de la mano.
2. Técnicas aplicadas: Prácticamente no existían y las manufacturas dependían de la calidad del obrero que fabricaba el producto.
La Industria estaba compuesta por pequeños talleres de 8 a 12 operarios, divididos en tres niveles, el maestro, los oficiales que realizaban las tareas que exigían mayor destreza y los aprendices que suministraban las materias primas y realizaban tareas menores a la vez que aprendían el oficio. Los oficiales podían independizarse cuando llevaban a cabo su “obra maestra” y esta era aprobada por el Gremio correspondiente.
No había, por tanto, industrias que precisasen concentraciones de obreros, salvo en escasas excepciones que, en su mayoría, se trataba de industrias extractivas.
Sin embargo, este carácter artesano de la Industria, no impide que se vaya formando un “capitalismo inicial” que se nota, incluso, en los niveles de producción. Aparece la figura del “Mercader-fabricante”, que pone en marcha un juego económico montando un complejo sistema de distribución. Consiste en abastecerse de cantidad de materias primas que pueden ser traídas de lejos, lo que exige una inversión inicial de capital. Estas materias primas se reparten entre los artesanos de la ciudad y del entorno rural próximo y, al cabo del tiempo, se recogen los productos terminados por cuya manufactura se paga un salario. El mercader-fabricante se encarga de la distribución de los productos recuperando el capital hasta entonces invertido y obteniendo beneficios.

2) Superioridad de las Industrias de consumo sobre las de equipamiento: El predominio de las industrias de consumo era notable. De ellas las más notables eran:
1. La Industria textil: Esta industria presentaba una gran diversificación en la producción de artículos:
a) Telas con tejidos vegetales como el lino o el cáñamo.
b) Telas con tejidos de lujo: sedas y brocados.
c) Paños de lana que eran los más abundantes y también los más variados, existiendo de alta calidad y toscos o bastos. Eran los que tenían mayor demanda.
d) Tejidos de algodón, conocidos como los “cotonados”. Eran tejidos de procedencia asiática que siendo más baratos que los de lana, admitían mejor la estampación y la aplicación de colores alegres que les hizo acreedores de una gran demanda. El europeo del siglo XVIII se planteará su fabricación aquí.
2. La Construcción: Moviliza a mucha mano de obra y constituye el estímulo más directo sobre otras industrias de lujo: vidriería, orfebrería, ebanistería, etc.
3. Minería y Metalurgia: El resto de los sectores industriales se encuentra a mucha distancia de los anteriores. Minería y metalurgia presentan unas características especiales permitiendo una relativa concentración de capitales y de mano de obra. A lo largo del siglo XVI se irán introduciendo nuevas técnicas, los primeros Altos Hornos, aparecen ahora. Es un sector especialmente dinámico.
En la metalurgia, se emplea el carbón vegetal como combustible. La escasa capacidad calórica del carbón vegetal hacía necesario el empleo de grandes cantidades del mismo para conseguir la temperatura requerida para los hornos. En algunas zonas de Flandes se empieza a usar la hulla (carbón mineral) como combustible lo que aumenta mucho la intensidad del calor disminuyendo la cantidad necesaria para conseguir la temperatura adecuada. El empleo de la hulla será decisivo cuando a finales del siglo XVIII se produzca la Revolución Industrial.

C) Las comunicaciones

Hacían difíciles y lentas las relaciones comerciales:
1) Transporte Terrestre: Era malo, porque eran malos los medios, es decir, los caminos y los vehículos. Problemas a los que habría que añadir los peligros de bandidaje que había cuando se atravesaban parajes inhóspitos. Lo normal es que se supiera cuando se empezaba un viaje, pero no cuando se terminaba, puesto que cualquier alteración retrasaba mucho la marcha, y eran muchas las posibles alteraciones.

2) Transporte Fluvial: La alternativa era el transporte a través de los ríos, el problema es que este tipo de transporte tenía sus limitaciones:
1. El río va siempre al mismo sitio, lo que limita los destinos accesibles por este medio de transporte.
2. Los obstáculos que suponen las presas de los ríos que enviaban el agua a industrias cercanas y que obligaban a vaciar el barco, salvar el obstáculo a pie y subir la carga a un barco nuevo al otro lado del obstáculo.
3. Presas artificiales montadas por los señores ribereños para cobrar peaje por el paso por sus tierras.
4. Fluctuaciones del nivel de los ríos, especialmente en los ríos meridionales europeos.
A pesar de estos inconvenientes, siempre que se podía utilizar una vía fluvial, era preferida a una terrestre.

3) Transporte Marítimo: Era la vía preferida cuando podía utilizarse enviando mercancía entre dos puertos de mar, ya fuera mediante navegación de cabotaje o navegación por alta mar. Todo ello a pesar de la falta de seguridad de los barcos y de los peligros de piratería especialmente en la navegación de altura.

D) El comercio

Las prácticas comerciales eran rudimentarias y frecuentemente ruinosas para alguna de las partes implicadas. No se habían producido novedades en el comercio y la práctica comercial se veía entorpecida por la frecuencia del trueque.
No se conocía la “Contabilidad de Partida Doble”, lo que, en ocasiones ocultaba beneficios o pérdidas diferidas. Las cuatro operaciones fundamentales no tenían unas reglas fijas o no todo el mundo las hacía igual (algunos hacían las sumas por la izquierda).
El Comercio en Europa era, por tanto, limitado y sometido a azares no deseables.
En algunos puntos de Europa, no obstante, se reflejaban novedades que apuntaban a una futura renovación. Italianos y flamencos fueron a la vanguardia, algunos comerciantes empezaron a utilizar el crédito estableciendo sus relaciones de unos lugares a otros (comprar en la feria de Valladolid y pagar en la de Lyon). El uso del crédito, llevó al descubrimiento a finales del siglo XV de la “letra de cambio”.
La ampliación de los límites del mundo conocido como consecuencia del descubrimiento, trajo consigo un desarrollo del comercio a larga distancia. El aumento de la demanda como consecuencia del aumento de población va a hacer precisa una nueva forma organizativa comercial que pueda responder a las nuevas condiciones: se van a empezar a formar a principios del siglo XVI las Grandes Compañías mercantiles con filiales en distintas ciudades europeas y con agentes por toda Europa. Todas estas novedades están en la génesis del posterior “capitalismo”. Las Compañías más importantes son italianas y flamencas. El prototipo más acabado de financieros serán los Medici florentinos.

Esta Economía de Tipo Antiguo tiene, como hemos visto, una gran debilidad estructural, que es el predominio agrícola, porque basta que se produzca una mala cosecha para que toda la sociedad se vea afectada por la llamada crisis de subsistencia.

E) Las crisis de subsistencia

Las Crisis de Subsistencia se presentaban de forma periódica, ligadas a los ciclos climáticos de periodicidad aproximadamente decenal. El ciclo es conocido, a unos años de cosechas normales que, incluso, contienen algunas cosechas buenas siguen unos años en que las cosechas van empeorando hasta encontrarnos con algunas malas, cuando se presentan las malas es cuando se producen las Crisis de subsistencia.
El mecanismo de una Crisis de subsistencia también nos es conocido:
1. El proceso comienza con una mala cosecha. Escasea el cereal y los precios de los alimentos básicos suben, lo que provoca un reajuste de los presupuestos familiares que tienen que renunciar al consumo de productos no tan básicos.
2. Baja la demanda de artículos industriales, en consecuencia, los precios de éstos bajan, los ingresos de los artesanos disminuyen incluso hasta la venta con pérdida, lo que impedirá que se produzca la renovación de los stocks, se producirá menos y habrá en los talleres un exceso de mano de obra que será despedida.
3. Aparecen el paro y la miseria, con lo que se genera un endurecimiento del clima social que, si se mantiene, desembocará en una tremenda violencia. Motines ciudadanos que se desarrollan de forma explosiva. Son movimientos que inicialmente carecen de dirección pero que posteriormente se canalizan:
* Primero asaltan las tahonas de pan y de alimentos básicos.
* Aparecen los cabecillas que dirigen la violencia contra las casas de las oligarquías urbanas.
* Las autoridades de la ciudad ya han tenido tiempo de reaccionar y llega la represión normalmente por el ejército. Cuando llegan las tropas la violencia desaparece.
4. El problema estructural se suele resolver logrando que haya un abastecimiento excepcional trayéndose productos de otras zonas.
5. Se restablece la concordia ciudadana y se empieza de nuevo el ciclo.
La Economía de Tipo Antiguo, no tiene capacidad para resolver estos problemas cíclicos, apenas existía regadío por lo que la agricultura tenía una total dependencia del clima.
Un gobierno municipal responsable tenía, en cuanto cambiaba el signo climatológico, que estar buscando un abastecimiento extraordinario, lo que podría llevar meses.


Economía en el Antiguo Régimen: del auge a la crisis en al economía europea.

La inflación
Desde la segunda mitad del siglo XV, la economía europea vive un periodo de transición, consecuencia de la degradación del sistema feudal, basado en la propiedad de la tierra y que se ve afectada por intercambios exteriores, el incremento de la circulación monetaria, la existencia de hombres libres, el crecimiento urbano, la aparición de grandes fortunas, la imposición de la fiscalidad estatal… así podremos hablar del inicio del capitalismo, favorecido por el comercio y la explotación minera.
Respecto al capitalismo, las discrepancias se vieron en el origen de los grandes capitales reunidos por empresarios y comerciantes. Aunque se han expuesto muchas teorías, el desarrollo e incremento del comercio a larga distancia fue decisivo en el capitalismo de la primera mitad del XVI. También por estas fechas vemos un lento despegar de la industria, debido al desarrollo de los ramos unidos a la cultura renacentista (papel e imprenta) y el progreso de los sectores relacionados con la guerra.
La industria busca un emplazamiento y marco en el campo.
Otro elemento que contribuía al progreso capitalista es el desarrollo de los Estados, al favorecer la colaboración entre los soberanos y los hombres de negocios. Beneficioso para ambos, ya que permitía a la monarquía ser absoluta y a los segundos protección real para sus empresas.

Inflación> Es uno de los rasgos más sobresalientes de la economía del XVI, este se inicia a fines del siglo anterior, definido como “revolución de precios”.La explicación que se dio al fenómeno fue dada por Azpilcueta que dijeron que entorno a 1550 la teoría cuantitativa del dinero al responsabilizar del alza de precios a las cantidades de metales preciosos que llegaban a Europa procedentes de América.
P. Vilar y Chaunu coinciden en apreciar un “primer ciclo del oro” entre 1494 y 1525, gracias a la explotación del oro antillano, del que llegaría a España una cantidad de 20.000 Kg. Entre 1503 y 1530, tras esta fecha los envíos aumentarían hasta llegar a su cota más alta los 42.600 Kg. Para 1551-1560 y descender progresivamente.
La plata en cambio mantendría sus niveles más altos desde 1561 hasta 1650 procedentes de México y Potosí.
El monopolio español sobre los metales fracasó por:
La balanza comercial desfavorable de la monarquía española.
El estado tenía que pagar en metálico compras como efectos navales, alimentos de primera necesidad, además del mantenimiento militar y las guerras.
En parte esta fuga de metales se canalizaba hacia los Países Bajos y hacia el norte de Europa.
Según Elliott la influencia masiva de oro y plata es fundamental para una escuela que trata de explicar e interpretar el desarrollo económico de la Europa moderna a través de los descubrimientos ultramarinos; destacan Raynal y Smith en el XVIII, Marx en el XIX y Hamilton en el XX. Consideraron a América fundamental en las mutaciones socio-económicas europeas.
La teoría tradicional apoyada por Hamilton, sostiene el paralelismo existente entre las curvas de importación y la fase alcista de los precios entre 1500 y 1615 y dice que la llegada masiva de los metales provoca una revolución de precios en España se extiende por el resto del continente más sosegadamente, acrecentando los beneficios de comerciantes y fabricantes y estimulando la formación de capital y el desarrollo de la industria. Esta inflación provoca un cambio social. Aunque no es apoyado por Nadal, que dice que el alza de los precios se produjo en la primera mitad del XVI.
Así la estrecha relación entre metales preciosos y precios no es aceptada, pero sí es seguro que la plata y el oro jugaron un papel en el alza de los precios, aunque también destacan otros elementos para explicar la revolución alcista como:
· La creación de juros por Carlos V.
· El derroche de la aristocracia.
· El impacto del aumento de la demanda en una economía subdesarrollada.

El aumento de la demanda vino determinado por el incremento demográfico, por la expansión de los mercados tradicionales de Inglaterra y los Países Bajos y la creación de un nuevo mercado americano.
Por otro lado hay que saber que los precios están subiendo a fines del XV, lo que explica por qué desde mediados de siglo las explotaciones mineras de Europa central dejan sentir su efecto y la plata corre con más abundancia a medida que nos aproximamos al fin de siglo. Es lo que algunos llaman el “tiro alemán”, que constituye el advenimiento de una primera fase A en la economía europea, que se desarrolla en el XVI hasta 1610-1620.
En España es más frecuente la escasez de metales preciosos que su exceso, realidad que al coincidir con los precios altos Carande interpreta como una inflación creditativa, más que monetaria.

En Europa el alza de los precios se produjo con algunas diferencias cronológicas respecto a España; a partir de 1550 sería perceptible en Italia y Francia, más tarde en Inglaterra. En general en el XVI más o menos intensamente el continente estaba afectado por el proceso inflacionista y lo más sorprendente es que los precios de los diferentes artículos no subían de manera uniforme. Cereales y lana son los que más subieron, seguidos por los demás productos agrícolas; las manufacturas subieron la mitad que los demás.
P.Vilar, señala que los grandes cambios económicos no fueron motivados por la gran llegada de oro, sino por la expansión demográfica entre 1470 y 1520, la recuperación de la agricultura, los avances en material industrial y técnica, los progresos financieros, monetarios y comerciales y el nacimiento de economías nacionales y políticas económicas.
La subida de los precios incrementó los salarios, pero estos siempre fueron detrás de aquellos. El XV fue un periodo de salarios altos a lo que se uniría los efectos de la presión demográfica con una oferta de mano de obra grande que propiciaría el desempleo.

Hay que señalar que los precios de los minoristas subieron menos que los precios al por mayor. Braudel considera la situación más llevadera para los asalariados españoles que para el resto de los europeos, lo cierto es que la situación de éstos tendía a empeorar durante el siglo XVI.
Al principio de siglo no fueron conscientes de esto, sin embargo en los años treinta aparece el descontento contra la subida de precios, a los que los salarios no alcanzan. Esto hará que haya levantamientos como la revolución anabaptista de 1534 en Münster, los motines de los Países Bajos, tras el invierno de hambre de 1565 y 1566.
Los asalariados que habitaban en aldeas y disponían de una parcela para completar su dieta estaban en mejores condiciones que los que vivían en núcleos urbanos.
La diferencia entre salarios y precios, se llama “acumulación de capital”. En el XVI, la cantidad de oro y plata en circulación aumentó en Europa por el descubrimiento de las minas americanas…el resultado fue que el valor del oro y la plata disminuyen en relación a otros artículos de consumo. Los trabajadores seguían percibiendo el mismo salario, su nivel adquisitivo disminuyó porque a cambio de la misma cantidad de dinero podían optar a una cantidad menor de bienes. Este fue uno de los factores por los cuales se favorece el crecimiento del capital y el ascenso de la burguesía en el XVI. Así lo resumiría Marx, desde la óptica keynesiana, de la inflación de beneficios. La diferencia entre precios y salarios suscitó la propensión a invertir, así creció la burguesía mercantil e industrial en Inglaterra, Francia y Holanda, en cambio en España al no producirse la inflación de beneficios habrá un estancamiento económico y técnico.
Sin embargo algunos planteamientos no encajan, como el que si durante el XV los precios estuvieron bajos, la propensión a invertir debió restringirse, lo que dificulta la explicación del despertar capitalista, así como que al reducirse la capacidad de consumo de los trabajadores bajaría la demanda y la expansión industrial se hubiera frenado.
De lo que no cabe duda es de que el alza de los precios combinado con la bajada de los salarios tuvo una repercusión social, acentuando los niveles de conflictividad.
Los sectores económicos
La agricultura:
La producción agrícola europea difería de unas zonas a otras, pero las características geográficas imponían unos marcos generales.
F.Mauro, distingue 4 áreas: mediterránea, nórdica, atlántica y centro-oriental.
En la mediterránea, hay diversos niveles, en la montaña (proporcionan madera, pastos para el ganado y emigrantes), la ladera (olivo, vid y trigo, era la más adecuada para el poblamiento y la producción), las colinas (similares a las laderas), la meseta (trigo) y llanuras (desérticas o insalubres), en esta zona según Braudel existía colaboración entre zonas altas y bajas, como la trashumancia, según la estación, lo que provocaba enfrentamientos entre agricultores y ganaderos.
En la nórdica, estaca Francia, al norte del Macizo Central y al oeste del Macizo Armoricano y en Alemania sobretodo entre el Elba y el meridiano de Düsseldorf, cubría llanuras y mesetas de baja altitud, la propiedad era comunitaria (bosques , landas y prados) e individual (campos y jardines). El ganado tiene libre paso y pasto en común. La agricultura tiene rotación trienal.
Y la población de ambas se distribuye en grandes pueblos o aldeas agrupadas en torno a una iglesia.
La atlántica, esta en Flandes, Inglaterra, el oeste y suroeste francés y el oeste peninsular. Flandes destaca por la ganadería y agricultura perfeccionada y el desarrollo textil, pero destacan los polders, que permitió un avance hidráulico y de drenaje. En Inglaterra y occidente francés destaca la revolución de los cercamientos, el desarrollo ganadero y la organización racional de las tierras.
En el centro y este de Europa, va desapareciendo el bosque y se cultivan cereales y destaca su gran proveedor, Polonia.
Hay gran predominio de población rural, donde a menudo la nobleza tenía un papel importante, pero hubo un gran crecimiento demográfico, esto hizo que muchos fueran al ejército, vagabundeo o delincuencia al no encontrar acomodo en la tierra cultivable, además de incrementar la demanda de artículos básicos. Esto hace que mejore ciertas técnicas agrarias y que algunas zonas especialicen sus producciones: arroz en el valle del Po. Aunque esto no resuelve el problema, en el XVI las necesidades están por encima de la producción, también se elevan las rentas al cultivar tierras hasta ahora marginadas y suben los salarios por lo que Mosse y Koenigsberge dicen que la inflación combinada de los costos y la demanda en la agricultura puede explicar los rasgos de la revolución de los precios y la discrepancia entre movimientos de los precios agrícolas e industriales.

La demanda eleva el precio de alimentos y materias primas, lo que hace además que el establecimiento de un determinado cultivo estará condicionado por sus posibilidades mercantiles. Se importan alimentos en muchas zonas de Europa. Aunque no se mejora el utillaje ya que no se generalizan en Europa, como la guadaña, mejoras en los molinos… La alimentación es deficiente y el vestido no se adapta a los cambios estacionales.
La industria:
La gran demanda hizo que aumentara la producción de acuerdo con las necesidades. Sólo unos cuantos sectores necesitan el empleo de gran capital, como minería y fundición; en los demás nada más que se aumenta la mano de obra. Según Fisher los fabricantes se preocupan más por invertir capital el incremento del número de jornales que los adelantos mecánicos.
En zonas como Flandes, Renania…los gremios protagonizan en la Baja Edad Media revoluciones que se traducen en el éxito político, pero en le XV estaban ya en retroceso.
A partir del XV los empresarios buscan escapar de los medios rurales y en las pequeñas municipalidades donde la población quiere conseguir un ingreso complementario mediante el trabajo a domicilio, se extiende por Inglaterra y Flandes, también los empresarios ponen a su servicio a todo el sistema gremial.
En España, Francia e Inglaterra, los gremios eran fácilmente controlables por los funcionarios gubernamentales, en Francia incluso los cargos gremiales eran vendidos por el gobierno. Aunque los gremios eran un obstáculo para el desarrollo industrial.
Los tipos de industria, según Mauro, se desarrollan en 3 sectores:
Industrias ligadas a productos del suelo.
Ligadas a productos del subsuelo.
Relacionadas con el mar.
En el XVI lo más destacable es la explotación intensiva del bosque y un gran número de oficios temporales y permanentes. El comercio maderero se convirtió en una de las primeras actividades bálticas. Las industrias textiles fueron importantes para el capitalismo incipiente, destaca la lana, que tenía en España e Inglaterra sus principales exportadores y en Italia y Flandes sus principales destinos. La industria del lino se localiza en zonas húmedas y con grandes corrientes de agua, como Italia, Alemania, P.Bajos, P.Bálticos y zonas francesas e inglesas. La industria sedera destaca en España, progresó en Francia y se extendió por Italia.
Desde finales del XV se realza la actividad extractiva: Lieja se pone en primer lugar en producción de hulla, pero es desplazada por Inglaterra, el hierro en los Alpes orientales…Aparece el alto horno que reemplaza a la forja catalana y su uso se generaliza en el XVI, su producción al principio no era alta pero luego recogería la intervención capitalista mediante prestamos. La producción de cobre destaca en Hungría, el plomo en Austria, Hungría y Alemania.
Las relacionadas con el mar son principalmente pesqueras, incluyendo la de la ballena y las salinas.
Las necesidades americanas van a influir sobre todas las industrias ya que ante la incapacidad española para atender a la demanda se produce una creciente intervención extranjera más competitiva que la española.
El comercio:
En el XVI vemos un incremento del comercio, aunque tiene, según Mauro, dos obstáculos, los geográfico-técnicos (escasa evolución de los medios de comunicación, los efectos de las guerras y el bandolerismo, poco avance en la red viaria) y los institucio-jurídico-políticos (fronteras nacionales y múltiples peajes internos).
La estructura del comercio internacional no varía, Flandes y norte de Italia son lo más industrializado y urbanizado, se mantenían como polos de un eje económico dedicados especialmente a la producción textil y metalúrgica. Venecia se había hecho con el monopolio de las especias. Ambos polos se conectan por tierra con ramales y por mar el Mediterráneo y el Atlántico.
Los daneses cobraban peaje a cuantas embarcaciones cruzaban el Sund. Liorna, puerto franco toscazo, será el gran centro distribuidor italiano en el Mediterráneo, mar en el que ingleses y holandeses competían imponiéndose sobre los italianos.
Los esclavos seguían siendo uno de los alicientes comerciales, que también tendrá demanda americana.
Los artículos que se enviaban por tierra se transportan en acémilas, pero siempre que era posible se procura viajar en barco por mar, ríos y canales, era más rápido, cómodo y seguro.
Los italianos eran los que más progresaron en técnicas comerciales y bancarias.
Pero el comercio internacional experimentará cambios a raíz de de la navegación portuguesa por el atlántico sur y el indico y del descubrimiento de América por España. Al principio se subestimaron sus posibilidades pero la colonización de extensas regiones de los españoles abrió grandes mercados, lo que originó un comercio.
También la relación con Asia y América resulto beneficiosa para Europa, ya que se insertan en el comercio nuevos productos como el azúcar, cacao, patata, tabaco y café.
El comercio peninsular ibérico con los confines asiáticos y americanos va a influir en la fortuna del reto de Europa y facilitará el despegue del gran centro bursátil y mercantil de Amberes. A Amberes llegaban los paños ingleses, donde serán terminados, antes de que los alemanes los distribuyeran por el centro de Europa. Los cereales bálticos llegaban a Amberes para ser consumidos y para reexportar a España y Portugal, de la misma forma que reexportaban otros productos: vinos, quesos, cerveza…Además en Amberes había una buena capacidad industrial, destaca la fabricación de papel, cristal…
La intervención del dinero era escasa, se prefería el crédito, era más seguro. Esto hará que los más acaudalados actúen como banqueros y la ciudad se convertirá en un gran centro financiero de Europa, destaca Lyon y sus contactos con otros puntos como Medina del Campo.
Los años centrales del siglo marcan la culminación del apogeo de Amberes y el comienzo de su ocaso, debido a que con la decisión portuguesa en 1549 se retira el monopolio de las especias, ya que la consiguen más fácilmente en España. Por esos años se produjo una caída del comercio español con América, con la consiguiente reducción de las operaciones; la guerra entre Carlos V y Enrique II en 1555 deja a los dos países en vías de bancarrota a esto se añaden las malas cosechas que disparan el precio del grano lo que ensombrece más el panorama.
La quiebra del eje Medina-Amberes, a raíz de la bancarrota española, el saqueo de la ciudad por las tropas españolas y el cierre del Escalda en 1585 por holandeses hizo que se replegara la ciudad y la pérdida del dominio financiero y comercial en Europa. Ámsterdam coge su relevo ya que holandeses y hanseáticos mantienen el contacto entre el norte y el sur. Los banqueros se adaptan a la nueva realidad, para ellos la relación con el gobierno español era beneficiosa por los monopolios mineros, recaudación de impuestos y concesiones coloniales que recibían como contrapartida a sus prestaciones. Esta relación entre corona y banca también la encontramos en Francia.

Mis fuentes bibliográficas para esta última entrada al blog han sido los apuntes de clase y la obra de Valentín Vázquez de Prada titulada Historia económica y social de España. Los siglos XVI y XVII. Madrid: Confederación Española de Cajas de Ahorros, 1978.

Conclusión del cuatrimestre
Ha sido un verdadero placer compartir el aula con el resto de alumnos y con el Doctor David Alonso García. Recalcar la labor que han llevado a cabo mis incansables compañeros de trabajo, que tanto me han ayudado y de los que tanto he aprendido. Las clases han sido muy atractivas desde el primer momento, por su fluidez y dinámica. Se ha trabajado muy duro, pero creo que al final se han obtenido resultados satisfactorios. Algo que no voy a echar de menos es el editor de textos del blog, porque maltrata lo que se escribe en el word, y hace lo que quiere con los espacios, los tabulados, las letras en negrita, los subrayados y las cursivas, ¡es realmente desesperante!por eso reitero mis disculpas si al final la entrada no alcanza la forma adecuada y la estructura deseada. Ya no protesto más, es hora de despedirse, espero vernos en próximas ocasiones. Gracias por todo y a todos, un saludo. Hasta siempre. Javier.


viernes, 16 de enero de 2009

La fábrica y las primeras plantas técnicas

Las fábricas durante este periodo todavía son minoritarias, pero su existencia deja de relieve que no son fruto de la Edad Contemporánea. Son el resultado de la concentración de los procesos de producción. Asimismo, aparecen en Florencia en la Edad Media y se generaliza durante el siglo XVI.
Sus diferencias respecto al “domestic system” son, en primer lugar, que las segundas son de carácter muy limitado e individual, en las que el trabajador poseía y ponía las herramientas, mientras que en las fábricas, es el empresario quien pone el material.
Durante la Edad Moderna, esta concentración de trabajadores se ve potenciada por las distintas Monarquías (Gobelinos en Francia, talleres textiles de Robais, con miles de trabajadores que viven en el mismo lugar donde trabajan), llegando a crearse hasta orfanatos como fábricas en Berlín, Hamburgo,..., tratándose de un hecho que guarda gran relación con el debate que en estos siglos se produce en torno al tema de la pobreza.
Por otra parte, no hay que olvidar que las fábricas no sólo se dedican al ámbito textil, se fundan también altos hornos, fábricas de porcelana, de armas, destacando también el sector arriero, las fábricas de destilación del azúcar, las fábricas de cerveza, de tratamiento de la seda... Todas estas existentes antes de la época Contemporánea, sí en menor número, pero con una gran concentración de trabajadores. Las encontramos presentes en las Provincias Unidas, Inglaterra, pero también en algunos países católicos. Desde un punto de vista más concreto analizaremos los casos de Inglaterra y España.

Inglaterra
Durante el siglo XVI se manufacturaron dos tipos diferentes de tejidos de lana: los paños y los estambrados (nuevos paños). Si hablamos de los primeros, nos referimos a paños de un tejido muy fino de lana que dominó el comercio inglés durante la Baja Edad Media hasta el siglo XVI. Un tejido de alta calidad producido por los gremios. De los nuevos paños podemos decir que se trataban de productos con un material más bruto, de peor calidad, pero muchísimo más barato y se irá haciendo un gran hueco en le mercado por sus bajos precios.

Las duras condiciones de vida de la sociedad daban un lugar preeminente a los estambrados, mucho más económicos y que como hemos mencionado, se abrieron al mercado de una manera sorprendente. Éstos llegaron hasta América y tuvieron allí gran importancia, pues no abrigaban tanto y de ese modo se adaptaban a las condiciones climáticas del Nuevo Mundo. También se abrieron hueco en la zona del Mediterráneo y en el Norte, porque eran de un material fácilmente alterable y adaptable (en el norte los teñían de color oscuro para atraer el calor). De este modo acabaron por convertirse en el “producto estrella” de la industria textil inglesa. Por otra parte, los centros de producción de éstos, no debían estar ubicados en los lugares tradicionales, pues no necesitaban grandes corrientes de agua, por lo que se pudieron situar en lugares cerca de los mercados reduciendo así los costes fijos y disminuyendo por tanto su precio final. Se trataba, en definitiva, de un producto adaptado a su tiempo cuya industria se creció en el sureste de Inglaterra y todas las ciudades en torno a Londres. Todo esto favoreció sobremanera la industria textil inglesa, facilitando el desarrollo de la industria de los tintes, y estos nuevos paños se vendieron por todo el mundo.

Por otra parte, otro de los sectores favorecedores fue la Industria de la Construcción, como consecuencia del aumento demográfico y el cambio en las tendencias arquitectónicas. Asimismo la producción del carbón empieza a cobrar importancia, y gracias a los altos hornos, se aumentó también la producción del hierro. El carbón se usó para tintes, para conseguir la sal por evaporación, empezó a usarse como combustible en las viviendas, etc. No obstante, continuaba teniendo un papel secundario, pero constituyó uno de los precedentes del despegue industrial de los siglos XVIII y XIX.

España
Si nos adentramos en la realidad española, hay que empezar por analizar brevemente cuál ha sido la visión historiográfica respecto a su industria, que ha sufrido cambios en los últimos años. De un lado, la primera teoría, defendida por Kamen y Wallerstein, afirmaba que no había una decadencia porque nunca hubo un despegue y gran desarrollo ni una revolución. Frente a ésta, encontramos una nueva visión que reconoce un incremento de la producción en el XVI, pero de una peor calidad a la de Centroeuropa, pues el cambio de eje del Mediterráneo al Atlántico favoreció a Holanda e Inglaterra.
Se trata, no obstante, de visiones que actualmente se están matizando. Algunos señalan que en el siglo XVI, la industria fue potente en lugares como Cuenca, Valencia, Toledo,..., en términos cuantitativos y con medios bastante innovadores para el momento (domestic system), por ello las manufacturas castellanas incorporaron novedosas estructuras de producción y se crearon compañías comerciales que mezclaban la producción con la comercialización de sus productos, llegando hasta el punto de que algunas grandes familias se establecieran entre las oligarquías de Amberes.
Por este motivo no se puede sostener que existiera una ausencia de desarrollo, pues éste fue similar al de otras potencias europeas del momento.

Hay que decir que Segovia constituía fue un gran centro si hablamos de la industria lanera. Tuvo un gran esplendor hasta finales del siglo XVI, cuando los nuevos paños ingleses empezaron a ampliar mercados, generando una competencia que esta industria segoviana no pudo hacer frente, lo que provoca su decadencia desde 1590. Por otra parte, destacan también como centros textiles Cuenca, Ávila y Palencia (que sobrevivió a la competencia). Granada, por su parte, destacó por la producción de la seda, pero la rebelión de las Alpujarras y la consiguiente expulsión de los moriscos, tuvo grandes consecuencias para esta industria.

De gran importancia es también recordar el sector minero. La extracción del hierro se producía especialmente en el País Vasco, donde destacan las minas de Somorrostro (Bilbao) y Azogue. En la primera, la producción fue constante en la economía y lo sigue siendo en la actualidad. La segunda, por su parte, cobra gran importancia gracias al descubrimiento de una nueva técnica para la extracción de plata, de gran calado en América. Por otra parte, podemos destacar también las minas de Almaden (consignación a los Fugger), minas de Mazarrón, Medina Sidonia, minas de Río Tinto...
Ligada a esta explotación del hierro nos encontramos con el desarrollo de la industria metalúrgica. A nivel artesanal esta labor se encontraba organizada en gremios de herreros, cuchilleros..., de escasa calidad y orientada al consumo local. Destacar también la notable industria de orfebrería (cuyo principal comprador era la Iglesia).
Destacar también, a nivel local, la fabricación de armas por parte de los artesanos, pero controlados por empresarios mercantiles (domestic system), por ejemplo como es el caso de los pelaires en Segovia y Barcelona. Eran los que dirigían esa fabricación artesanal, en ocasiones incluso se trataba de maestros de gremios que actuaban al margen de su institución. También esta fabricación pasó por el control de la Corona, quien creó la Real Fábrica de Placencia, muy característica durante el XVIII, pero que ya estaba presente en estos momentos.
Encontramos, asimismo, ligado a la explotación del hierro el desarrollo de una industria bélica, donde se utilizan los primeros altos hornos en la Historia de España. Dedicada a la construcción naval (carrera de Indias) fundamentalmente.
Por último, destacar también el desarrollo de la construcción en el siglo XVI, como resultado de la construcción de palacios, conventos, el desarrollo de las viviendas, debido al aumento de la población y el proceso de urbanización.

jueves, 15 de enero de 2009

Letra de cambio

La letra de cambio es un efecto comercial, como el cheque y el pagaré. Me centraré en explicar que es una letra de cambio, aprovechando lo explicado en clase.

Una letra de cambio es un instrumento formal de pago por el cual una persona, llamada librador, ordena a otra, librado, pagarle a él mismo, llamado a la propia orden, o a una tercera persona, llamado tomador, o bien el tomador se lo endosa al tenedor, una cantidad en un lugar y fecha determinado.
La letra de cambio es un medio de pago y un instrumento de crédito.

Elementos de la letra de cambio:
- Librador: Gira la letra. Libra la letra.
- Librado: A quien se gira la letra, persona en contra de la que se extiende la letra.
- Tomador: Es el primer poseedor de la letra y es aquel que tiene el poder de cobro de la misma.
- Tenedor: Son los posteriores poseedores de la letra.
- Endoso: Operación por la cual el que tiene la letra otorga el poder de cobro a otra persona bajo la fórmula de “pagarse a la orden de ____”.
- Endosante: Persona que efectúa el endoso.
- Endosatorio: El que recibe el poder de cobro.
- Vencimiento: Fecha en la que se debe pagar la letra, puede ser:
a) a fecha fija.
b) a días fecha. Días contados a partir de la emisión de la letra.
c) a días vista. Días contados a partir de la aceptación.
d) a la vista. Pagadera en el momento de la presentación.




Ejemplo de una letra de cambio.

¿Qué es el valor nominal de una letra?
Es el valor por el que va extendida una letra.

¿Qué es valor líquido?
Cuando la letra es cobrada a través de banco, este cobra comisiones. El valor líquido es igual a la diferencia entre valor nominal y comisiones. VL= VN – comisiones.

¿Qué es la aceptación?
Es el compromiso formal mediante firma que adquiere el librado de pagar la letra en su vencimiento. Los responsables solidarios son todos.

¿Qué es el avalista?
El avalista es la persona que respalda a quien debe pagar la letra, y si no efectúa el pago, la tiene que pagar el avalista.

¿Y qué es un protesto?
Es un acto notarial cuyo fin es acreditar que el poseedor de la letra cumplió con las obligaciones de presentarlas a la aceptación y al cobro.
Se hace por impago de la letra o por no aceptación de la misma.

Y por último, ¿qué es una acción cambiaria?
Es el vehículo procesal para reclamar el cobro por vía judicial en caso de impago de una letra.

Aclarar que mi intención es ayudar y aclarar las dudas que puedan surgir a compañeros de clase, esta información es aplicable a una letra de cambio actual, pero hay diferencias respecto a la letra de cambio originaria de finales del siglo XIII, principios del siglo XIV en el norte de Italia, y que cobró importancia en la Edad Moderna. En esencia funcionaban igual que las actuales, como hemos comentado en clase, por eso espero que sea de utilidad la entrada en el blog. Para concluir, recordar que la letra de cambio fue muy útil en aquella época para poder pagar sin hacer falta el dinero monetario.

jueves, 8 de enero de 2009

ORESME

Nicolás Oresme nació alrededor de 1.320 cerca de Caen, Francia. Después de una distinguida carrera como erudito y confesor del rey Carlos V, llegó a ser obispo en 1.377 y murió en Lisieux en 1.382. Oresme fue un brillante matemático, físico, y economista. En algún punto anterior a 1.355, escribió un tratado sobre ética y economía sobre la producción del dinero. El libro se tituló Tratado sobre el Origen, Naturaleza, Ley, y Alteración de las Monedas.

¿Qué es el dinero? Se pregunta Oresme, respondiendo que el dinero es una mercancía; más concretamente es una cantidad de metal precioso con una estampa que certifica la finura metálica del contenido. El certificado puede ser proveído por un particular, o bien, por una organización privada, aunque también puede ser suministrado por alguna agencia del Estado.

En el tiempo en que Oresme escribía, el Estado ya se había apropiado de las empresas certificadoras desde hacia más de 1.500 años, pero Oresme insistió que la intervención del estado no pertenecía a la naturaleza del dinero. De este modo, el obispo de Lisieux rechazó la teoría estatista del dinero por la cual fue el estado y no el mercado quien había decidido qué era realmente el dinero.

El material del que debe hacerse el dinero no conviene que sea ni demasiado escaso ni demasiado abundante. Apunta que son adecuados el oro y la plata o bien otros metales más baratos para monedas inferiores. Las aleaciones sólo deben utilizarse para los metales menos preciosos, que se utilizan para los cambios pequeños, en cuyo caso “el recelo será menor o el fraude de menor importancia”.

Oresme cree que el fenómeno de la inflación es innecesario, e incorrecta. Y se refiere concretamente a la alteración de las monedas. El príncipe no debe permitirlo, pues, aunque le proporcione un beneficio, ese beneficio serás pérdidas para la comunidad. E incluso insinúa que si se le permitiera alterar la moneda, podría convertir en esclavos a sus súbditos. El provecho obtenido de las devaluaciones o adulteraciones de la moneda es injusto, ya que se hace a costa de la comunidad a la que el dinero pertenece. Va también contra su naturaleza, porque el dinero fue ideado para ser utilizado como unidad de medida y al cambiar dicha unidad no debiera obtenerse ganancia.
El pensador francés afirma que la adulteración es peor que la usura, ya que ésta se realiza, al menos, en forma de un contrato libremente aceptado por el deudor, mientras que la adulteración de la moneda se realiza contra la voluntad de los ciudadanos, por lo que se encuentra muy cerca del robo y de la extorsión.

Dos siglos antes que Gresham formulara su ley, “el dinero malo hace desaparecer al bueno”, Nicolás de Oresme apoyaba esta idea, debido a que la alteración tenderá a disminuir la cantidad de metal en el país, ya que el oro y la plata saldrán al exterior donde puedan imponer un precio más alto.

El consejero del rey Carlos V de Francia considera permisible la alteración de la moneda en casos de emergencia, cuando sea necesario transferir al exterior una gran cantidad de dinero en metálico, como por ejemplo, en caso de guerra o como rescate del príncipe.
Oresme fue el primero que describió el universo como si fuera un gigantesco reloj, puesto en marcha por Dios y con “todas sus piezas moviéndose con la máxima armonía”, una metáfora que había de tener una notable influencia en la historia del pensamiento y que en posteriores formulaciones dejó su huella sobre los criterios mecanicistas del universo económico.


Bibliografía empleada: El desarrollo del pensamiento económico. Henry William Spiegel. Barcelona : Omega, 1996.
Artículo escrito por Jörg Guido Hülsmann, publicado el 18 de mayo de 2004 bajo el nombre Nicholas Oresme and the First Monetary Treatise.