jueves, 6 de noviembre de 2008

La escolástica; principales temas económicos de reflexión.

El tratamiento que la escolástica va a otorgar a las cuestiones económicas se halla imbuido en la concepción que ésta tenía sobre la vida de los hombres y de sus relaciones. Los doctores escolásticos eran teólogos cuyo enfoque sobre el funcionamiento de la economía se proyectaba desde unos criterios de ética y moral. Así, los principales temas económicos tratados serían aquellos que, de forma directa o indirecta, podían dar lugar a una conducta ilícita del individuo.

Cuatro cuestiones principales serían pues objeto de mayor estudio y crítica; el valor, el precio, la usura y los cambios. En el caso del valor, la escolástica desarrollaría una teoría, la teoría del valor, basada en la utilidad. Respecto al precio, los escolásticos disertarían sobre si éste era o no justo en cada bien -justo precio-, tratando también la formación de los precios relativos. La usura sería tratada sobre la base de las discusiones acerca de la licitud de los préstamos con interés. Desde aquí además se establecerían distintas teorías del interés. En último lugar, el problema de los cambios, en el ámbito de las divisas.

La teoría del valor.
En este tema quizá sea Bernardino de Siena –en su Tractatus de contractibus- el autor que más profundamente se propuso explicar, siguiendo la estela de Tomás de Aquino, para quien el valor de un bien dependía de tres factores fundamentales. Estos factores se constituían como la utilidad objetiva (virtuositas), la escasez (raritas) y su atractivo para el consumidor (complacibilitas).

El justo precio.
En primer lugar es conveniente explicitar que para los escolásticos el precio de un bien es estrictamente su valor manifestado en términos monetarios. La mayor parte de los escolásticos se inclinaban por considerar justo el precio de un bien que había sido establecido por la comunidad a través del mercado competitivo. Si bien otros autores discreparon en este sentido. Duns Escoto (teólogo franciscano de finales del siglo XIII y principios del XIV) propugnaba por un justo precio basado en los costes de producción más una compensación por el riesgo del empresario al desarrollar su actividad. Otra opinión discrepante fue la de Heinrich von Langenstein (nominalista franciscano alemán del siglo XIV) para quien el justo precio era el que mantenía el estatus social del vendedor y del comprador inalterado.

La usura.
El interés del dinero fue quizá el tema más criticado por la corriente escolástica. Para estos el tipo de interés debía ser cero. Cuando un préstamo implicaba el pago de una cantidad adicional, se estaba incurriendo en una práctica ilícita, la usura. Este concepto ha de concretarse; sólo se utilizaba en lo referente a un tipo de contrato, el mutuum, y a ningún otro. En el caso de que este préstamo se utilizara, por ejemplo, para la inversión en un negocio, no se habría de considerar usura mientras el contrato implicara compartir ganancias y riesgos.
Con el transcurrir del tiempo se fueron abriendo paso opiniones que, tras el estudio de las distintas formas de préstamo, abrirían la justificación del cobro de intereses en una gama amplia de casos. En 1546 un jurista francés, Charles Dumoulin, propuso legitimar el cobro de intereses mediante la idea del lucro cesante o lucrum cessans, que puede ser entendido como el concepto de coste de oportunidad, esto es, el pago adicional a la cantidad principal como compensación por el uso del dinero del prestamista, que podía haberlo utilizado en otra actividad.

Cambios.
El principal problema de los escolásticos en este sentido se centraba en dilucidar que cambios eral lícitos y cuales no lo eran. Los cambistas, ante la imposibilidad de cobrar intereses de forma abierta por sus adelantos, lo hacían encubiertamente por el tipo de cambio que cobraban. Sin duda los esfuerzos de doctores como Domingo de Soto, si bien no consiguieron que estas actividades cesaran, si parece que contribuyeron a retrasar el desarrollo de la banca comercial y a que se estableciera un mercado financiero y crediticio más transparente. Derivado de este estudio de mercado –objeto preferente de la corriente escolástica conocida como Escuela de Salamanca- saldrían a la luz formulaciones teóricas monetarias de suma importancia; la teoría cuantitativa del dinero y la teoría de la paridad del poder adquisitivo.



2 comentarios:

David Alonso dijo...

José, tus entradas están bastante logradas. Te recomendaría, eso sí, la cita de tus fuentes de información. Es algo fundamental en el trabajo del historiador.
Un saludo

noelia lamas dijo...

JOSE, PODRIAS DECIRME LA CITA DE TUS FUENTE DE INFORMACION. GRACIAS!